Recuerdo perfectamente como el domingo 1 de diciembre de 2013 me desperté y estaba todo nevado en casa. Con más de un palmo de nieve, a las 7 de la mañana, no podía salir de allí para ir a correr la primera edición del Oliva Trail. Y me quedé con muchas ganas. Este año, cruzando los dedos para que no volviera a nevar, me apunté también. No nevó, no. Eso no. A las 6 suena el despertador, desayuno, me cambio, y cojo el coche para ir hacia Oliva. Íbamos a ir Raquel y yo, pero me envía un mensaje que no cuente con ella. En Alcoy chispea un poquito, he cogido el chubasquero y la visera por si acaso. Conforme llego al puerto de Albaida empieza a llover, diluviar; y ya no para hasta el día siguiente, llueve más conforme nos acercamos a la Safor. En el coche pienso alguna vez en volverme, pero después del madrugón y de tener medio camino hecho; qué más da? ¡¡Sólo es agua!!
Llego a Oliva y sigue diluviando, da miedo salir del coche, jejeje. Cojo el paraguas y la mochila y voy hacia la entrega de dorsales. Por suerte es dentro de un local, y estaba a tope. Unos cogiendo dorsales y preparándose para salir, otros ya lo habían cogido, pero no iban a salir... Yo lo tenía claro, sí o sí salgo. Veo a Anabel y me dice que no van a salir. Cris y María me comentan que tampoco, que no tiene pinta de que vaya a parar y que van a ser 3 horas bajo el agua. Yo llevo el chubasquero, la visera, y sobre todo, muchas ganas de correr y de montaña. Así que caiga quien caiga, salgo. A dos minutos de la salida aún no hay nadie en la línea de salida, jajajaja. El Speaker nos anima un poco, y ya nos vamos acercando. Antes de salir ya estoy casi mojada de arriba a abajo. Veo a Pepe García escondido tras el chubasquero “con lo que me cayó en Chamonix, esto no es nada”. Nosotros estábamos allí en la salida del UTMB y fuimos testigos de lo que caía.
Así que no nos pararán!
Empieza la cuenta atrás y cuando van por el 4 empiezan a salir corriendo. Ehhhhh!!!! Salida en falso, nos paran y nos hacen volver a la línea, jajajaaa Qué ansia por salir corriendo! A la segunda sí que va la vencida y comenzamos a correr por las calles de Oliva, subiendo alguna cuesta por la que bajaban 3 o 4 dedos de agua. Ale!!! Pies ya completamente mojados! Ahora lo que hay que hacer es no parar para no enfriarse. Los primeros km son por asfalto, corriendo entre naranjos, y sorteando algún río de la cantidad de agua que ha caído esta noche. “Cuando cojamos la senda esto ya no pasará”. Pues me equivocaba, llegamos a la senda y el río bajaba por la misma senda. El único peligro es pisar una piedra que esté sumergida, por lo demás, es divertido. Llegamos al segundo avituallamiento, como algo porque voy con hambre y sigo. Segunda chica voy, uyyy!! Eso no me lo esperaba! Viene una buena subida, coincide con parte del Botamarges pero en sentido contrario. Me noto bien y subo con fuerzas. Tras alcanzar el punto más alto, vienen unos km de pista (pero pista con piedras, agujeros y ríos), donde me adelanta una chica que seguro que en asfalto va mucho más rápido que yo. “Apunta Jessi, la asignatura pendiente es hacer series, Y LO SABES!”, me digo a mí misma.
En el km 12 está el 3er avituallamiento, allí está José Mestre y me pregunta qué tal voy. Pues bueno, iba mejor subiendo que en esta bajada de pista! Y parece que oyendo mis plegarias, viene una subida con mucha pendiente. A mitad subida me tomo un poco de gel, pero lo malo es que no llevo agua. Será por agua que está cayendo! Así que absorbo un poco el agua del chubasquero, saco la lengua... quiero agua!! Menos mal que el gel de limón con cafeína no es muy dulce ni empalagoso.
Tras el siguiente avituallamiento viene una zona bastante técnica de bajada y llaneo. Llaneando no sería técnica, pero con la cantidad de barro que hay, se convierte en una pista de patinaje. Me toca recordar viejos tiempos haciendo patinaje artístico, equilibrio!!! En una mala pisada me doblo el pie, y como curado al 100% no está, cojeo un poco. Me alcanza otra chica, ale, ya voy 4ª!! A ver si consigo recuperar y conseguir pódium (cuando lo ves tan cerquita, te picas un poco). Llegamos a otro avituallamiento, me acabo de tomar el gel y bebo agua, y corro todo lo que puedo. Viene una zona técnica, algo de subida y llaneo, que con el barro lo hace más difícil. Además, aquí nos encontramos con los caminantes, que hacen un recorrido distinto pero con el último tramo igual.
Parece que ya está todo hecho, pero en el dorsal se veía un último piquito. Veo a las chicas a lo lejos, aprieto los dientes y para arriba. Después de este pico, vienen otros dos de menos desnivel, pero que cuestan a estas alturas. Bajada por escaleras, entrada al pueblo, callejeo y entrada a meta. Contentísima con el tiempo realizado, estas condiciones de lluvia y barro siempre retrasan más por los posibles resbalones. Y contenta también por la posición, y por ver que a poco más de 3'30'' había entrado la primera chica. Estábamos las 4 primeras a nada.
Me cambio de ropa (creo que no hace falta ni ducharse hoy, en la carrera teníamos la ducha incorporada), bebo mucho líquido, me despido de los amigos de Corriol Extrem felicitándolos por la carrera, y me vuelvo a casa. Me vuelvo contenta, menuda aventura...
BENDITA LOCURA!