Creo
que fue Oscar el que nos lió para volver a Benasque. Ya participamos hace dos años en algunas carreras por el
parque natural Posets-Maladeta, y correr por aquellos lugares es una pasada. La
pega es que la organización cobraba una pasta para regalarte una mochila (o
camiseta), y tener solamente algo de avituallamiento en meta y una pasta-party
al día siguiente. Pero este año la organización ha cambiado, el precio es
bastante razonable... así que le pregunto a Kiko si quiere que pasemos unas
mini-vacaciones en Benasque y aprovechemos para correr alguna de las carreras.
La respuesta es positiva, con lo que tanto
nosotros como Silvia, David, Jorge, Oscar... y otros tantos amigos de Alcoy nos plantamos el viernes en
Benasque. Recogemos dorsales (nosotros no llegamos a tiempo, nos los tienen que recoger), y vamos al apartamento. Apartamentos muy cerca de la salida/meta; y
tras cenar bajamos a ver la salida de los cerca de 260 corredores que afrontan
el Gran Trail, de 120 km .
De ahí a la cama, que David y yo madrugamos mañana.
La salida de la vuelta al
Aneto es a las 8 de la mañana, los demás que hacen el Maratón de las Tucas
pueden descansar un poco más; ya que salen a las 10. Somos unas 600 personas
las que vamos a intentar correr 62
km por estas montañas. Dan la salida; los primeros km
son por carretera dirección Cerler. No podemos ir por senda porque está
destrozada de la riada de hace poco más de un mes. Pasamos por una casa con las
ventanas colgando, de mitad ventana hacia abajo el agua había acabado con ella.
Increíble la fuerza que tiene el agua. Nos incorporamos a una pista, seguimos
corriendo hasta llegar a una sendita donde se hace un poco de tapón. Volvemos a
salir a la pista que nos llevará a Senarta. La primera parte del recorrido es
idéntica a la carrera de Las dos caras del Aneto que había
hecho hace 2 añ os
con Silvia. Y recuerdo que en la pista, aunque picaba hacia arriba, intentamos
correrla entera; a un ritmo lentito pero constante. Algunos de los corredores
se acoplaban detrás diciendo: "este es el ritmo". Y es que las
mujeres para esto de los ultras, sabemos llevar el ritmo, jejejeje. Recordando
estas palabras, y sonriendo, intento correr el máximo posible en la pista,
echando de menos a mi compi! ;) Avituallamiento en el km 13, donde hay agua,
frutos secos y barritas (tal y como indicaba en la web). Había también un par
de sandías, pero los voluntarios se veían desbordados y no daban abasto
cortando sandía y poniendo agua. Así que nos quedamos con ganas de algo de
fruta fresquita.
Dejamos
la pista y empezamos la subida, una subida continua con algunos tramos de
piedra, que nos llevarí a Ballibierna. Debido a que no ha hecho mucho
calor en los últimos meses, aún queda
alguna pala de nieve; que la pasamos sin ningún tipo de problema. Somos
bastante gente yendo al mismo ritmo, es una hilera de corredores los que pasan
sin cesar por el collado. En este punto hay un control, donde se pasa el chip y
además se anota el dorsal. Una vez arriba, tras 1700 m . de subida y 18 km , sólo bebo un poco de
Energético de Limón; me noto fuerte y no me hace falta más de momento. La
primera bajada es por una pala de nieve, así que me dejo caer
"esquiando" y con alguna caída de culo que hace que me refresque un
poquito. Tras pasar la nieve llegamos a una bajada algo técnica, pero
corredora.
Se hace bastante tapón, hay gente que ha subido más rápido pero que
no tiene técnica bajando... cada uno es bueno el algo! :) Tiro detrás de un
chico de Mallorca , y as? vamos pasando gente. Me gusta la bajada, y siempre
que no empuje a nadie, si puedo adelantar, adelanto!! Llevamos unos 20km de carrera
y 4h; contando que ya hemos hecho casi la mitad de desnivel positivo previsto;
es posible acabar en 12 horas... (eso creía, que ilusa). Corriendo hacia abajo,
y algo hacia arriba llego al segundo avituallamiento, acompañada esta vez de un
chico de Elda.
Él se queda allí esperando a Rosi, su compañera. Yo cojo frutos
secos, relleno el bidón (con agua de la organización que acababan de coger de
un torrente, ya que la que traían embotellada se les había acabado), y empiezo
la subida en zig-zag para salvar un pequeño collado.
La bajada es algo menos
corredora, con lo que bajo más tranquila. Llaneamos un poco, y llega otra
bajada que es algo más peligrosa, por la cantidad de barro, raíces y hojas que
hay. Un resbalón es lo más fácil, y eso contando que no te tuerzas un pie. Por
tanto, sin prisa pero sin pausa voy bajando hasta llegar al punto más bajo,
cerca de 1600 m .
donde hay un control de paso. Empieza de nuevo la subida, bastante empinada. Me noto algo fatigada porque hace bastante
calor. No descuido las sales cada 1-2h, y cuando voy a tomarme una veo que me
falta agua. Así que paro a rellenar el camel de un torrente (y ya veremos cómo
está mañana la barriga!!). Tras subir un rato, llegamos a una zona de bloques
de piedra grandes, donde las personas pequeñitas como yo tenemos algunas
dificultades más; tanto para subir (porque no nos llegan las piernas), como
para bajar, donde hay que sentarse y bajar con cuidadín. En este trozo llego a
apagar y encender 3 veces el gps; no me cuadra que llevemos mucho rato pasando
piedras (con la sensación de estar subiendo), y que de los 2000 m no pasemos. ¡¡Que hay
que llegar a 2800 otra vez!!
Cruzamos
un río, donde hay gente que aprovecha para refrescarse los pies y descansar un
poco. Y tras este río, viene la subida importante; que nos llevará al collado
de Salenques. En esta zona, pronto empezamos a pisar nieve, con tramos de roca.
Se hace muuuuy larga la subida, parece que no llega nunca el collado. Piedras
en las que hay que ir saltando (o escalando) y muchos neveros con bastante
pendiente.
Agradezco el llevar bastones, ya que hay algunos a mi alrededor que
no los llevan y se pegan un par de resbalones que podrían acabar muy abajo.
Mientras subimos, nos cruzamos con un montañero que baja (equipado con botas,
crampones, piolet, abrigado...); y nosotros con pantalón corto, tirantes,
zapatillas de deporte... en fin, que
Kilian ha hecho mucho daño ;)
El
último tramo es algo peligroso, y es donde hecho en falta seguridad por parte
de la organización. Algún trozo equipado con cuerda, pero que considero que no
es suficiente para las condiciones de la zona.
Por fin alcanzo el collado, y al
pasarlo y resguardarme del fuerte viento, me siento para comer algo sólido. Mientras pego el mordisco
al bocadillo de jamón, miro el reloj: ¡¡Las 17.25h!! Llevamos casi 10 horas de
carrera y sólo he “corrido” 35
km !!! Bueno, con suerte la bajada se puede correr y ya
sólo queda alguna subidita. Pues... no, no se puede correr en los próximos 5km
(que se convierten en más de 1h). Seguimos por neveros y pedruscos, cruzando
ríos... Un rato está bien, pero taaaaanto, cansa. Y más en mi cabeza, ya que yo
venía con otra idea. No quiere decir que no pueda hacerlo (he hecho la
skyrunner de Carros de Foc y Cavalls del
Vent); pero el problema es que no venía preparada psicológicamente, y pensaba
que en unas 12h lo tendría hecho. Como he dicho muchas veces, es más del 60% en
lo que manda el coco.
No
queda otra que seguir, así que continuamos bajando; cuando oigo un ruido que me
parece un trueno. Anunciaban tormentas a partir de las tres de la tarde, y son
casi las siete... así que poco me sorprende. Sigue tronando y empieza a llover
y granizar. Esto último no me molesta, pero la tormenta sí que me da respeto
(más que respeto, a 2000 m
de altitud, lo que me da es mucho miedo). Las piedras mojadas resbalan, hay que
ir con mil ojos y dos piernas (o lo que quedan de ellas). En este rato coincido con bastante gente, nos
hemos agrupado, y aunque no nos vemos las caras por estar tapadas con el
chubasquero, la compañía se siente. Me
preguntan qué tal voy, y la verdad es que de piernas y fuerzas voy bien... pero
estoy hasta las narices de esto. Sí, es una situación que no me había pasado
nunca. Otras veces reventada me he preguntado que quién me manda, que no me vuelvo
a apuntar a una de estas... pero esta vez estaba bien. Simplemente, no me
apetecía seguir allí. Así de simple (y complicado de aceptar por mi parte).
Llegamos
al Pla de Aigualluts, y hay que cruzar un río para subir al refugio de la Renclusa. Lleva rato
lloviendo, con lo que el río está algo más crecido que antes. Bueno, pues ya
que estamos mojados de cintura para arriba, vamos a mojarnos de cintura para
abajo. Y literalmente eso me pasó. El agua me cubría hasta la cintura, incluso
me desequilibré por la fuerza de la corriente, pero un chico que venía detrás
me dio un empujoncito y enseguida “salí
a flote”. Al día siguiente me enteré que la chica de Elda lo pasó
bastante mal ya que la corriente llegó a arrastrarla, y que los que llegaron
detrás ya no les hacían cruzar el río ni subir a la Renclusa por allí, por
seguridad. Tendrían que haber previsto algo alternativo, o cortar antes de
llevarse esos sustos...
Nada
más cruzar el río veo de lejos a un chico de la organización. Le pregunto que
dónde me puedo retirar, y me indica que (lamentablemente) he de volver a cruzar
el río y seguir las marcas hacia abajo para llegar al avituallamiento. La gente
con la que me cruzo me dice que no abandone, que continúe... pero hace mucho
rato que he dejado de disfrutar, y con la tormenta y sabiendo que Kiko estaría
en meta preocupado por mí; sé que no voy a disfrutar esta carrera. Incluso se
me pone un nudo en la garganta al oír mis palabras cuando lo comento con los
demás, pero sé que estoy haciendo lo correcto.
Sigo
el sendero lleno de vacas (otra de mis
debilidades, sé que no van a hacerme nada... pero son tan grandes y se empeñan
en estar en medio del camino!!!). Así que entre los truenos y las vacas, bajo
que me las pelo. El sendero lo conozco, ya que hace unos años estuvimos Kiko y
yo por la zona, pasando Aigualluts para llegar al Tuc de Mulleres. Con ese
recuerdo voy recorriendo el caminito, aunque no dejo de oír truenos y contar
los segundos que tardo en ver el rayo.
Algunos estaban cayendo muy cerca, ya que prácticamente iban a la par,
con lo que me empiezo a obsesionar con los bastones. Puntas metálicas, bastón
metálico... Mi vida vale más que los bastones (que eran de los baratos de
Decathlon y están más que amortizados); así que en uno de esos que cae tan cerca,
dejo los bastones al lado del camino (para que al día siguiente cualquier
caminante se los pueda quedar de souvenir), y empiezo a correr mucho más. Por
fin diviso el avituallamiento, lleno de gente resguardándose de la lluvia. Me
ven y empiezan a aplaudirme, y yo de lejos diciéndoles que no me aplaudieran,
que me iba a retirar!! (eso también se me hizo duro). Allí estaba Carlos
Cervera, que participaba en el Gran Trail y debido a la dureza y a las
condiciones tuvo que retirarse también. Estaba con otro chico esperando que
pasara su madre, que participaba en la vuelta al Aneto. Yo estaba congelada,
así que me acogieron en el coche y allí esperamos un rato. Pensaba que habría
algún vehículo para bajar a Benasque si te retirabas, pero había que esperar al
autobús para bajar (creo que el turístico, y no sé si se tenía que pagar... :-/
).
Tras
esperar un ratito, decidieron amablemente bajarme a Benasque, cosa que le
agradezco enormemente ;-) Mi carrera había acabado, tardé 12h en hacer 42 km . No serán los 42 km más duros que he hecho
(ya que Carros de Foc se las trae), pero las condiciones con nieve, lluvia y
granizo sí que dificultaron más la carrera.
Nada
más tener cobertura me entraron 2 mensajes de Kiko que me había llamado.
También recibí muchos mensajes de ánimo de otros Aper's y de algunos amigos y
familiares. Fui hacia la zona de meta y allí
encontré a Kiko; qué alegría! :-)))
Me duché, y fuimos hacia el bar donde estaba el resto de la expedición
alcoyana y muchos más amigos. Me preguntaban y a todos decía lo mismo: había
dejado de disfrutar hacía mucho rato. Y no me quería perder la cena con todos,
que me contaran cómo les había ido su carrera, y planeáramos nuevas carreras ;)
La
decisión que tomé no es fácil, ya que me encontraba bien de fuerzas y la parte
más difícil la había hecho ya. Pero sé que ser finisher de esta carrera no iba
a aportarme nada, y sí que podía traerme cosas negativas a mí y a la gente que
estaba pendiente de mi carrera. Sé que voy a volver a hacer la carrera,
preparada psicológicamente para estar esas horas en carrera y sabiendo la
dureza del recorrido. Pero yo esto lo hago porque disfruto y soy feliz durante
y después de la carrera; continuar no me iba a aportar nada. Sin embargo, al
retirarme tras esos 42 km ,
fui feliz al llegar a Benasque y abrazar a Kiko y ver su sonrisa. Y su sonrisa
me da la felicidad ;-)
Enhorabuena Jessi te aplaudo como los del avituallamiento por la decisión que tomaste pues fue un triunfo el saber retirarse a tiempo por las condiciones metereológicas y como te encontrabas psicológicamente. Esa forma de actuar te convierte en más campeona.
ResponderEliminarGracias Pilar! Si no estamos disfrutando... para qué seguir? ;)
EliminarENHORABUENA Jessica por tu aventura y tu crónica como siempre excepcional. Sé de primera mano lo mal que se pasa allí en esas condiciones porque el año pasado sólo nos faltó la nieve, y es duro ir sólo, aunque haya más compañeros de aventura. Sabes que no tienes que demostrar nada a nadie para que sepamos que eres una Campeona. Sabia decisión cuando no se disfruta, que es de lo que se trata
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