¿Cuánt@s me visitan?

miércoles, 11 de junio de 2014

Quixote Legend 2014... la leyenda continúa!

Segunda edición de la Quixote Legend, con lo bien que lo pasé el año pasado no podía dejar de ir. Poco a poco se van apuntando más amigos, conocidos y desconocidos hasta la fecha. Todos con ilusión, emoción y algo de incertidumbre; nos encontramos en Alcaraz el jueves a recoger dorsales. Dorsales, bolsa gigante para transportar el material de pueblo a pueblo, camiseta técnica y pulsera de todo incluido. Con esto, nos disponemos a cenar. Tenemos que esperar bastante rato, somos casi 200 corredores más voluntarios, organización... aprovechamos la cola para saludar a unos y a otros; nuevos y veteranos en la experiencia. El año pasado éramos cerca de 80 personas, por lo que casi nos pudimos conocer todos. De ellos, sólo 4 chicas nos atrevimos en aquella ocasión; pero hoy la alegría es ver a unas 20!! Además con gran nivel: Inma Tonda, Ester Sánchez, Xari Adrián, Yolanda Valiente...  son las que encabezaban mi lista de favoritas. Mejor, este año sin presiones, que lo que busco es un buen entreno de cara a la Ehunmilak.


 Dormimos en el pabellón, algo menos de lo deseado, ya que al igual que el año pasado, hay gente que antes de las 6 de la mañana ya está despierta (más de 3 horas antes de que empiece la carrera) y sin respetar a los que estamos descansando aún. Intento dormir algo más que el día es largo.

Alcaraz - Yeste

Tras el desayuno, nos dirigimos a la salida en la plaza de Alcaraz. Más saludos y fotos, palabras motivadoras por parte de Jaime www.espiquer.com y todos a tope costera abajo. Recordaba esta etapa con kilómetros de pista, sobre todo al principio. El año pasado iba más conservadora y menos entrenada, y caminé bastante; pero este año fui a probarme desde el principio, con lo que intenté trotar hasta el km 16 que empezó la subida más fuerte. Mi ritmo es tranquilo pero continuo, diésel, como bromeábamos con Juan Nieto y Miguel Flor. 


Sin darnos cuenta nos plantamos en el primer avituallamiento. Lo tomo con tranquilidad que ya tenía hambre y no he comido nada desde el desayuno, solamente he ido bebiendo energy drink y agua. Refresco de cola, frutos secos, algo de fruta y pan con crema de chocolate. Con esto ya tengo fuerzas para afrontar el  pico de la Almenara, donde Samuel está esperando y animando; registrando los dorsales. Cresteamos y subimos al siguiente pico, para luego coger una bajada primero algo técnica y luego menos, pero con bastante pendiente. Volvemos a coger una pista, esta vez en bajada y con 2 km menos que el año anterior. Desemboca en el pantano, y tras esto otra subida donde las fuerzas empiezan a flaquear. Hace bastante calor y no paro de beber, con lo que la barriga la tengo algo encharcada. Siguiente subida por pista, que pasa cerca de una fuente donde paro a refrescarme. Estos km por pista los hago gran parte caminando, y coincido con Jose Miguel de A To Trapo. Los km van pasando y no me entra ningún alimento, aunque tengo pocas fuerzas. El avituallamiento está cerca, con lo que prefiero llegar allí e intentar recuperarme allí. El camino se hace largo, paro en los ríos a mojarme la cara y cuello. Cada vez con menos fuerzas, pienso en quedarme en el km 36 (2º avituallamiento), y mañana será otro día. Por fin llego, los voluntarios me ofrecen sentarme a la sombra en la furgoneta y me traen Cola con cubitos, frutos secos, membrillo (jugándose la vida, ya que estaba lleno de avispas!). También me tiran agua por la cabeza, vamos que me tratan de lujo. Los corredores van llegando y saliendo, pero yo sigo descansando y cogiendo fuerzas. Sé lo que queda y quiero estar bien. Finalmente, me pongo en marcha, creo que estoy mejor. 4Km de subida y 7 de bajada. Aunque la subida se las trae... Subo cómoda, y cuando menos me lo espero ya estoy coronando el pico de la Sarga. En este punto alcanzo a otros participantes que habían salido antes que yo, me animan y se sorprenden. La bajada recuerdo que es disfrutona, y eso hago... disfrutarrrrr!!!!

 Tras 7h17' cruzo la meta en Villaverde de Guadalimar, 55' menos que el año pasado, contentísima! Espero mañana no pagarlo!



Primero que nada me siento a comer, Rafa, Carlos Pascual, Nando y Jorge están comiendo también; y aprovechamos a comentar la jugada. Demasiada pista tiene esta etapa, y creo que nos acordamos todos de Rafa ya que nos había dicho que odiaba la pista, jejeje. Tras comer algo, ducha (fría) y a estirar, relajarse y hablar con unos y con otros. Y pedirle una foto a los tarahumaras que estaban también corriendo allí. Silvino se hizo la foto, pero Arnulfo no quiso levantarse de la silla! (demasiado cansado??).


Cenamos pronto y sobre las 22h ya me metí en el saco, que el día había sido duro, no sin antes tomarme las “natillas” de 226ers como postre.

Villaverde de Guadalimar - Yeste

Pude descansar bastante bien, dormimos al aire libre y ha hecho menos frío que en 2013. Aunque la gente vuelve a ser demasiado madrugadora y aún de noche ya están levantándose. No quiero que se me haga tarde, así que recojo la tienda antes de ir a desayunar (a partir de 6:15). Y no sé como lo hago, pero se me hace tarde!! Hablo con Kiko por teléfono unos minutos antes de la salida, y cuando estoy llegando a ella me doy cuenta que he olvidado los bastones. Me vuelvo corriendo y los cojo, y corriendo voy hacia la salida, para ir calentando!! Oigo que llaman a las féminas para hacerse una foto todas, pero no llego a tiempo! Menos mal que la organización oyó mis peticiones y la repetimos el último día ;) 

Cuando dan la salida voy a apretar el crono y... mier...!! Se me ha olvidado el gps! Pues ahora no voy a volver, así que tendré que hacerme el ánimo. Me ayuda mucho psicológicamente saber sobre todo la altitud a la que estoy en las subidas, ya que mentalmente me voy animando: “sólo quedan 500m de subida, 400, 100!!!”. Me tocará preguntar a la gente como vamos. Las piernas las noto bien, esta etapa es la más larga, aunque unos km menos que el año anterior.

Primeros km de subida, llaneamos un poco y cogemos una carretera donde coincido un buen rato con Miguel Flor, al igual que el año pasado. Pasamos a la senda y a una zona de mayor pendiente donde tiro delante para llevar mi ritmo. Cuando salimos de la zona arbolada las vistas son alucinantes, un prado inmenso por delante y muchas montañas a nuestra espalda. No hay que dudar en perder unos segundos en admirar el paisaje. Y llegamos al bosque de robles, parece que estemos en un cuento de hadas y que vaya a salir algún dibujo animado por allí. Lo recordaba precioso, y así seguía. Tras coronar, llega una bajada donde disfruto bastante; voy encontrándome con gente a la que adelanto y me adelantan, y siempre conversas algo con unos y con otros. Es lo mejor de este deporte.

Km. 24 y llego al avituallamiento. Cojo fuerzas que sé lo que viene, aunque a diferencia del año anterior, el calor nos respeta. De hecho, se preveían lluvias a partir de las 12… y son las 12!  Empieza el km vertical, y a los pocos minutos de salir del avituallamiento, empieza a chispear. Subida, subida, subida… y cada vez lloviendo algo más, y haciendo más frío. Tras pasar el puesto de Protección Civil (dejamos ya la pista), empieza a tronar también. Eso sí que me da más miedo… pero de momento se oye lejos. Seguimos subiendo la última parte (queda algo menos de 400+ positivos), y a mitad subida paro a ponerme el chubasquero. Esto no parece que vaya a parar. Y no me equivoco!! Lluvia, viento, frío y granizo nos recibían en el Mentiras. Todo esto, y Samuel, que estaba anotando dorsales en el pico. ¡Con lo que estaba cayendo! Gracias Samuel!!

Estaba todo mojado, y los primeros km de bajada son muy técnicos, así que no me la juego y voy con pies de plomo en la bajada. No quiero ningún esguince que el objetivo de la temporada ya lo tenemos cerca. Tras la bajada técnica viene un buen tramo de pista donde aprovechamos para practicar patinaje “sobre barro”. Así que en este tramo tampoco se puede correr mucho. Pasan los km (aunque sea lento) y llego al 2º avituallamiento en la aldea de Arguellite. Al estar lloviendo, el avituallamiento está refugiado en una casa de ladrillos. Voluntarios y personas del pueblo nos ofrecen comida y algo de beber, hasta manzanilla caliente recién hecha (si no recuerdo mal). Son casi las 3 de la tarde, faltan unos 14 km de carrera, pero con nuevo recorrido.

Primera subida más “cómoda” que el año anterior, y contando que no hace calor, lo llevo bastante bien. Me alcanzan una pareja de hermanos de Murcia, que tanto ayer como hoy hemos ido coincidiendo en el recorrido; y otro chico de Albacete, y se hace más ameno. Pasamos por un avituallamiento líquido y con fruta inesperado (de la carrera corta) y bajamos un poco hasta el fondo del barranco. Subimos primero por senda, hasta alcanzar lo que casi podríamos denominar “pared”. Pero es divertida la subida, pese a llevar tantas horas y km en las piernas. Ha dejado de llover, y no tardamos mucho en superar estos últimos 400m de desnivel positivo que tenemos este año de regalo. Una vez arriba, y notándome con fuerzas para bajar, tiro delante y disfruto de la bajada. A diferencia del año anterior, llegamos a Yeste por arriba, así que no hay esa subidita del final. ¿O sí? Los últimos metros de carrera son cuesta arriba, pero oyendo al Espiquer y con los ánimos de la gente, lo subo todo corriendo. Y con una sonrisa! Allí estaba Ana (avernotrail.com) para inmortalizar el momento. 9h51’, más de 1h menos que el año pasado! ¡¡Contentísima es poco!!  Hay un autobús para llevarnos al pabellón, y aunque después de correr 57km me daba un poco de vergüenza cogerlo (estará a un par de km), lo cojo con el resto de corredores para llegar allí antes y ver a los demás qué tal les ha ido.

Tras la ducha, merienda sobre las 18:30-19h. Estiramientos, recibir a algunos corredores, charlar con los que hacía tiempo que habían llegado, y sobre las 21h a cenar! Me da la impresión que estos días lo único que hago es comer, correr y dormir (esto poco, la verdad).

Vuelve a amanecer (ah, no; aún sigue siendo de noche), pero ya hay gente en pie, cantando… Así que me levanto pronto, salgo a ver qué día hace y está amaneciendo (ahora sí). Desayuno, preparar mochilas, y se las damos a Jorge que al no correr, nos esperará en Riópar para salir hacia Alcoy en cuanto acabemos.

Yeste – Riópar

Vamos en autobús hacia la salida, y allí hay ya muchísima gente; los que vienen a correr sólo esta carrera. 



Entre ellos, Oscar y David, que hacían pareja masculina (por cierto, 1º de la categoría y 2º y 3º de la general, ahí queda eso); y Emili Sellés acompañado de Nuria (Emili quedó 2º sénior).







Al entrar al corralillo, Carme (una chica de Girona) y yo nos hacemos una foto, me comentó que estaba allí corriendo porque leyó mi crónica el año pasado; qué alegría!!!  
Por lo menos 3 ó 4 personas me lo comentaron, así que me alegro que leerme les animara a hacer leyenda ;-)


Foto de chicas de la QTRS (esta vez síq que llego! y fotografia2xJavi.es (fotógrafo oficial), y dan la salida. 


Por cortesía y por respeto, los participantes de las 3 etapas estábamos delante, pero yo prefiero detrás. Los demás vienen muy frescos!! Empiezo a correr y uffff!! Cómo duelen las piernas! Me pongo a trotar y a impulsarme con los bastones para no cargar tanto las piernas. Esto va a ser largo… Pues paciencia, y si no se puede correr, a caminar! A partir del km 8 hay una subida continua hasta el km 16, y luego bajada por pista hasta el avituallamiento en Collado Tornero. Aquí nos encontramos muchísima gente, qué diferencia del año pasado. Menos mal que hay comida de sobra, que ya llegaba con hambre. Parece que cargo las pilas y puedo ir a buen ritmo, menos mal! Siguiente subida hacia el Pico Argel, con un descanso a mitad de subida por un prado con algunas piedras que recuerda a zonas pirenaicas. Otra subida más técnica y con más pendiente para alcanzar el punto más alto de hoy, y luego bajada técnica y de pista que nos llevan a la zona del nacimiento del Río Mundo. En esta parte hay bastante gente animando, y me noto fuerte, así que corro casi todo el llano y las pistas con falso llano. Avituallamiento en km 39 aproximadamente, y un grupito de 6 ó 7 tiramos hacia el Padroncillo. Yo con que me hayan quitado los pinos que nos tocó saltar el año pasado, me conformo. Y no nos los hicieron saltar. Hacemos cumbre y empezamos la zona más técnica me atrevería a decir de todas las etapas. Buen cresteo hasta que alcanzamos una pista, senda y último tramo de pista que nos conduce a Riópar. Esto ya me lo conozco! Miro el reloj (esta vez sí que lo he cogido), y veo que llevo 7h40’ más o menos… jo, pues eso es bastante menos tiempo que el año pasado. ¿Podré bajar de 8h? (esos retos absurdos que te marcas para hacer menos monótona la carrera y acabar exprimiéndote). Pues voy a intentarlo! Y voy corriendo “rápido” para mi y para los km que llevo ya, sobre 6’-6’30’’/km.

Entro a Riópar, veo a Oscar y David que iban al coche, empiezo a chillarles: eeehhhh!!! Que ya estoy aquí! Y pongo el turbo (y eso que es falso llano, jejeje).


 Entrada a meta emocionante (esta vez me contuve y no lloré), pero estaba feliz!! Leyenda una vez más! Y además con mucha mejoría respecto el pasado año; acabé esta etapa con 1’5h menos. El entreno que estoy llevando con el equipo de Go – Trail, Running y Triathlon da sus frutos.

Comparando ritmos del año anterior a este, en la que el recorrido prácticamente no se ha modificado nada, veo que he sido más constante; que los primeros km de subida que me parecía que iba lenta, iba más lenta que el año pasado. Y que en los avituallamientos no me he parado tanto.


Voy a comer antes de ducharme, no son aún las 4 de la tarde, así que buena hora! Están comiendo también Rafa y Nando, que hoy han ido juntos y hacía una media hora que habían llegado. Carlos hace casi 3 horas que está por aquí (tiene la comida en los pies ya), y Jorge, el chófer espontáneo también ha comido ya. Tras eso me voy a la ducha y cuando nos reencontramos miro las clasificaciones… he quedado 3ª sénior!!! Oleeee!!! No me lo esperaba, de la general he quedado 7ª, pero en mi categoría sí que comparto podium con dos chicas a las que admiro muchísimo y son auténticas máquinas: Xari Adrián y Esther Sanchez. Qué lujo! 

Así que salimos un poco más tarde de Riópar hacia Alcoy pero cargados con un trofeo, bolsa, camiseta, tienda de campaña… y un buen puñado de anécdotas y retos cumplidos.



Dar las gracias a la organización por contar conmigo, a voluntarios, fotógrafos, corredores, público en general... ¿¿¿El año que viene más???