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viernes, 12 de septiembre de 2014

1ª maratón femenina 800 dukado (Sumbilla, Navarra)

Creo que a todos los que he dicho que ido a Navarra a correr una carrera sábado y volver domingo, me han mirado con cara rara. Fueron 18 horas de coche en total, casi 2000 km, para estar allí menos de 24h. Pero "la vida es eso que pasa mientras haces otros planes" y no quiero quedarme observando cómo pasa la vida. Así que "lío" a Noelia y a Gloria, y en Sumbilla nos plantamos el sábado a las 18:30 para una carrera especial. Sí, porque era la primera carrera de montaña exclusivamente femenina. ¿Y por qué? Porque hay muchas mujeres que no corren por miedo a quedar muy detrás de los hombres, porque las mujeres anteponen todo lo demás al deporte, porque hace falta que nos valoremos más... y por muchas más razones que se describen en la web de la prueba 800 dukado, y que en la charla que acudimos nos contaron.

Salimos del coche, en el camping Ariztigain, con unas vistas preciosas; esperando un poco de fresquito. Y pufff, menudo calor empalagoso que hacía. Montamos la tienda rápidamente y bajamos a Sumbilla en busca de los dorsales. 

Nada más aparcar, nos encontramos con Ana, que acababa de llegar también. Cogemos dorsales, y hacia la charla en San Esteban. Allí están las grandes deportistas Ana Casares y Oihana Kortazar. La verdad es que a Ana la he seguido poco deportivamente, al hacer sobre todo triatlón estoy más desconectada. Pero a Oihana sí que la he seguido y la admiro muchísimo. Ambas cuentan sus experiencias como mamás y deportistas de élite; cómo llevaron el embarazo, la vuelta a los entrenos... y como recuperarse de ese "siniestro total" que te deja el cuerpo tras el embarazo (palabras de Oihana).


Tras la charla, un pequeño lunch donde aprovecho (entre albóndiga y croqueta) a pedirle una foto a Oihana y comentar con ella algunas cosas. Cenamos en el restaurante del camping (100% recomendable) y a dormir! Por lo menos ha refrescado un poco, esperamos que mañana no haga mucho calor!

 

Suena el despertador y Noe y yo ya estábamos medio despiertas. Nos cambiamos y vamos a desayunar. Inmortalizan ese momento, y ahí se ven nuestras caras de sueño. 

Voy con el tiempo justo, son 8:15 y la carrera empieza 8:30. No sé cómo me las apaño pero siempre llego justísima. Noelia y Gloria salen más tarde a hacer la media maratón y sale un autobús después.

 





Bajamos al pueblo, y conforme nos acercamos a la salida veo que aquí las chicas tienen un nivel altísimo. Nos llaman una por una (inscritas somos unas 40, pero aquí hay pocas más de 30 si llegan), de las cuales más de la mitad se podrían considerar de "la creme de la creme", pertenecientes a distintas federaciones deportivas.
Foto de rigor, con cara de ilusión y susto, y dan la salida. Como me imaginaba, nos iban a dejar clavadas a 5 ó 6... salieron como si fuera un 10000. 


 
Al salir del pueblo comienza una subida donde las últimas no dudamos en caminar. ¡Con lo que falta! Voy subiendo a mi ritmo, adelantando a algunas participantes, me adelantan otras... pero vamos, por la cola del pelotón, jejeje. Tras esa subida de 1 km (lo sé, porque miré el gps cuando se suavizó), vino una pequeña bajada donde mi pie (el derecho esta vez), celoso por los cuidados que le había dado estos dos últimos meses al izquierdo, decidió darse un buen girón para que le prestara atención. Pero uno de esos que hacen daño, y que sin calentar, fastidian bastante (por no hablar mal). Cojeé unos metros, y fui caminando un rato evaluando el daño. Sólo me venía a la cabeza que la historia se repite, y que no me podía pasar otra vez!! Me duele un poco, no corro del todo bien pero decido continuar. No pienso darme la vuelta nada más empezar!!! Conforme pasan los minutos, caliento y me olvido un poco (me obligo a olvidarme).

Vamos subiendo, pero por tramos que más o menos se puede correr. Hay bastante barro, y en algunos tramos hay que ir sorteándolo (qué raro, por esta zona!!). Hay mucha niebla desde la salida, por lo que no hace mucho calor, pero por la humedad estoy sudando muchísimo! Menos mal que hay avituallamientos cada 5km y yo además llevo encima el energético de limón de 226ers. En el km 7 llegamos al punto más alto (de la primera parte) y empieza la bajada. Antes de empezar a bajar, paro a hacer una foto, menudo sitio más bonito!

En esta bajada, en condiciones normales habría disfrutado, era una bajada chula para correr y dejarse llevar; pero iba con miedo con no volver a torcérmelo... Hasta que llegamos a una zona llana donde unas personas animando me dicen: ale, ahora tienes un buen rato así para descansar. ¿¿Descansar?? ¿¿En llano?? A mí esto me cansa muchísimo!!! Pues sí que tenían razón, pasamos el 2º avituallamiento por el km 10, y llaneamos hasta el km 20, tras pasar Elgorriaga. Qué pesados se me hicieron estos km, aunque el entorno era bonito porque la mayor parte de ellos íbamos corriendo al lado de un río y pasando por algunos pueblos. ¡Pero yo no soy de llano!
Tras pasar el siguiente avituallamiento, comienza la subida. Parece que algo no me ha sentado bien y me noto algo desfallecida y con malestar en el estómago. Me paro un poco, incluso me doy la vuelta para abandonar; pero me digo a mí misma que no, que tiempo hay de sobra (llevo unas 2h30'), Así que media vuelta y a seguir subiendo. Cuando me encuentro un poco mejor, empiezo a trotar un poco, con la mala suerte de volver a girarme el pie. Y aquí es cuando la cabecita y el sentido de la responsabilidad empiezan a aflorar. ¿Y qué pasa si continúo, acabo, y luego no puedo conducir? ¿Cómo volvemos a casa? Mañana hay que trabajar, etc. Y decido en que preguntaré cómo es la bajada desde arriba. Si me dicen que es técnica, no me la juego y abandono en el próximo avituallamiento (km. 25). Y así fue, con dolor y lágrimas otra vez (por qué soy tan llorona?), decido retirarme en ese punto, justo donde la parte más bonita de la carrera empezaba. Justo para tener la excusa perfecta para volver el próximo año (pero creo que haré la media maratón que el recorrido es más bonito, los 10km en llano acabaron conmigo!!!).

Justo el punto donde me retiré, lo más bonito empezaba ahora
Me llevan a Sumbilla y veo a Ana. Me anima y consuela, y me dice unas palabras que no me quito de la cabeza. Quizás el cuerpo me pida descanso, me esté dando señales. Quizás las 100 millas hayan de esperar al 2015... de momento, me pongo hielo que me da la fisio y espero a ver llegar a Gloria y Noelia. 



Ellas llegan exultantes, cansadas pero satisfechas. El recorrido precioso, les ha encantado. Nos duchamos, vamos al camping a desmontar la tienda y comer, y volvemos a subir al coche. Hace menos de 1 día que llegamos, y ya nos estamos yendo. Eso sí, con la mochila cargada de momentos especiales, contentas de haber vivido esta primera edición de la carrera por montaña femenina; y esperando llenar un autobús para volver el año que viene.


Y yo, seguiré dando tiempo al tiempo, intentando no perder la ilusión, y sin dejar de soñar. Después de pasar muchos meses esperando el momento, no salió como esperaba y de momento prefiero vivir el hoy ;)

Fotos de Avernotrail.com, kataverno.com y otras publicadas en redes sociales