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miércoles, 27 de agosto de 2014

REFLEXIONES DE UNA CALUROSA TARDE DE VERANO

Creo que en un día tan caluroso como el de hoy, donde a las 20h de la tarde aún no se puede estar fuera (y vivo a 800m de altura, casi en la montaña); y por tanto no voy a salir a correr, es un buen momento para reflexionar tras el intento fallido de las 100 millas.

Todos y todas los que me habéis seguido, supisteis de la decepción y lo que me dolió psicológicamente el esguince de tobillo. Son las reglas de juego y están ahí, cuando sales a correr cualquier día puedes lesionarte y echar al traste (aunque sea temporalmente) tus sueños.

Y eso pasó, justo en el momento del abandono no podía dejar de llorar pensando en cada km recorrido, cada hora de entreno, el sacrificio que había hecho para llegar hasta allí. Un 12 de julio, a las 4 de la mañana finalizó mi sueño. En ese momento me vino todo abajo, necesitaba acabar ese reto para poner un punto y aparte a los entrenos y a mi cuerpo. Necesitaba cumplir ese sueño para seguir planteándome otros, tras un descanso. Pero ahora todo se había trastocado. Encima me tocaba parar por el esguince, no sé por cuanto tiempo. “El año que viene vuelves a venir”, la frase más repetida por todos, y que de corazón agradezco los ánimos. Pero no es tan fácil, preparar una prueba de 166km no es lo mismo que preparar una maratón. Se requiere de tiempo, mucho tiempo; y por motivos laborales no sé si podré disponer. Todo eso se me pasaba por la cabeza entre las 4 y las 7 de la mañana que me acosté, sin dejar de llorar. No lograba dormir, y leyendo los cientos de comentarios en la página de El Sueño de las 100 millas, junto con los mensajes de whatsapp; se me iban acabando las lágrimas...

Así que sobre las 10, me levanté y fui a desayunar con Gorka; animándome a verlo todo desde otro punto de vista, el único que podía verlo en ese momento. Y ya no lloré más, salvo de emoción al ver cruzar la meta el domingo a mi amigo y compañero de aventuras Vicente.

Así que de vuelta a Alcoy, hablando con Kiko, decidí volver a intentarlo este 2014. Me sentía preparada, y no sé cómo estaré de forma el próximo año. Decidimos preparar el Ultra Trail Muntanyes d'Alacant, que justamente sale y finaliza en Alcoy; y que tiene un recorrido de 100 millas. Además, pasando por los picos y montañas de Alicante y por los que tantas veces he corrido: Aitana, Puig Campana, Serreta, Benicadell, Montcabrer... Al no ser una carrera, l@s amig@s que quieran acompañarme algunos km del recorrido, lo podrán hacer. Kiko, amigos y familia me podrán ayudar en los avituallamientos. ¡Y todo al lado de casa! Así que, a espera de ver cómo evoluciona el tobillo, ese va a ser mi nuevo intento de recorrer 166km.

Empecé a correr hace un par de semanas, el tobillo me da algún pinchacito, pero tampoco nada doloroso. Empiezo con unos 10km, 15km, 25... pero lo que noto que me falta es capacidad pulmonar. Cuando empiezo a preocuparme es en el entreno del pasado sábado, en el km 5 no podía seguir el grupo de entreno. Y me agobio, me vienen a la cabeza pensamientos negativos. Respiro para coger aire y veo que no me entra el suficiente. Les  digo que no voy a poder hacer los 30km previstos, pero continuamos. Gracias a que me fueron esperando, terminé los 34km con 1500m de desnivel positivo, pero con malas sensaciones. “Esos entrenos valen por dos o tres”, me animaba Kiko. Y creo que por eso lo acabé. Por eso y porque soy cabezota, como dice Rafa Bichero.

No me he hecho ninguna analítica, pero son los mismos síntomas que tenía en octubre del año pasado, y en aquel momento tenía la ferritina por los suelos. Además, en ambas ocasiones coincide con donaciones de sangre (ahora que la tenía bien, quien me manda a mí regalarla! :P ).

El 7 de septiembre correré la maratón femenina 800 Dukado, en Sumbilla (Navarra). Tengo muchas ganas, pero no sé cómo responderá el cuerpo; espero estar algo recuperada! Y el 26 correré otra maratón cerquita de casa, en Bellús. Según como me encuentre en ambas carreras, haré las 100 millas el 9 de octubre o no; quiero hacerlas al 100%, y no ir arrastrándome. Así que os iré contando y en caso de que vaya adelante el sueño, ya informaré de recorrido y horarios aproximados para que quien quiera acompañarme pueda hacerlo.

Paciencia, entreno y buena alimentación. Espero que pronto bajen las temperaturas, porque con los más de 35ºC de hoy, no se puede hacer nada. Lo que sí que os digo es que la ilusión sigue intacta, ¡el sueño de las 100 millas sigue vivo!