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martes, 6 de octubre de 2015

Ultra Trail del Montblanc 2015 (Chamonix - Courmayeur)

Dan la salida y los primeros segundos son de muchísimo agobio. Vamos caminando con mil ojos viendo conde ponemos los pies no vaya a ser que nos demos un tropezón y nos aplasten! Pero tras cruzar el arco de salida nos dispersamos un poco y empezamos a disfrutar. No sé el tiempo que estuve corriendo sin dejar de sonreír y de chocar manos. Salí de Chamonix y le dije a Rafa que con lo vivido ahí, casi que podía acabar ya la carrera! Pero no, no había venido a chocar la mano de los que animan en la salida, sino a chocar las manos de los que esperan en meta.

Primeros km rapiditos, según el perfil hasta Les Houches (km. 8) es bastante llano. Voy algunos km detrás de Rafa, pero en algún momento se va delante y ya me centro en mi carrera. Estos primeros km hasta Saint Gervais quiero hacerlos rapiditos, me da miedo no llegar al corte (4h, 21km). Llego a Les Houches donde hay mucha gente animando, y yo emocionada chocando manos de los niños, me salto el avituallamiento! No es la primera vez que me pasa en los primeros km de un ultra, la emoción puede conmigo! jajajaja Menos mal que llevaba líquido suficiente. Empieza la primera subida, con bastante pendiente y yo poco a poco hacia arriba. Me noto cansada y las piernas me duelen, me está costando bastante coger un buen ritmo donde me sienta cómoda. Bueno, tú sigue p'arriba que a estas alturas no vas a quejarte aún! Pasamos por una especie de casa rural donde hay un montón de gente medio disfrazada animando, con pelucas, cencerros... y no puedo evitar sacar la cámara y grabarlos. Conforme vamos ascendiendo hay más luz, y de vez en cuando levantaba la vista del camino para ver todo lo que teníamos al lado y detrás. Brutal, no hay palabras para describirlo...

Llego al control de Le Delevret en 1h56', tras casi 14km desde la salida y 900m+. Venga, que ahora es todo hacia abajo hasta Saint Gervais, voy bien de tiempo! Empezamos a bajar y... socorro! Menuda pendiente! Me encanta bajar, pero con esta pendiente nada técnica, no hay quien frene! Un prado con alguna senda pero que cuesta más frenar que dejarse caer. Pues nada, casi que cierro los ojos y que sea lo que tenga que ser... allá vooooooy!!!! En algo menos de una hora y ya empezando a anochecer, llego a Saint Gervais, km 21. Este avituallamiento no se me pasa, ya tengo hambre! Aquí vamos muy amontonados aún, yo entro en posición 1002, así que van unos cuantos delante y otros cuantos detrás. Busco un hueco donde meter la mano para coger algo de comer salado y bebo un poco de Coca-cola, y tras llenar los bidones que llevo en la mochila (de momento llevo 2 sólo, cuando se haga de día llevaré más cantidad de agua), cojo un trozo de chocolate y algo de fruta y salgo del avituallamiento caminando un poco mientras acabo de cenar. Siguiente objetivo: Les Contamines, a 10'3km y 577m+ desde donde estoy. Parece fácil, no?

Pues no, nada fácil. Un ratito después de salir del avituallamiento, empiezo a encontrarme un poco rara, sin casi fuerzas. "Vamos a ver, Jessi. Esto es un ultratrail, es más es TU ULTRATRAIL. No llevas ni 25km... ¿y ya te ha dado una pájara?" Todo eso me lo digo a mí misma. Pues sí, tenía toda la pinta. Conecto los datos y le envío un whatsap a Kiko. "¿Estás en Les Contamines?" "Sí, aquí estoy esperándote. Ánimo que vas muy bien!" "Noooo, voy muy mal, llevo un pajarón encima... Espero recuperarme allí contigo" "Venga, tómate un gel y ven tranquila que vas bien de tiempo" Desconecto los datos y veo que no voy ni p'atrás. Saco un gel de limón con algo de cafeína de 226ERS y me lo enchufo. ¡¡Un gel cuando no llevo ni 4 horas!! Intento no ponerme negativa, esto sólo va a ser una anécdota más que contar. Sigo caminando (pese a que se puede trotar, porque no hay mucha subida ahora), y noto que tengo alguna piedra en la zapatilla. Pues ahora que no voy corriendo, me aparto y me la quito. Eso hago, pero cuando doblo un poco la pierna para quitarme la zapatilla, plaaaasss!! Rampa en el vasto interno! Socorroooo!!! Menos mal que es de noche y no ven mi cara de dolor, aunque muchos preguntan. "Yes, it's ok" ¡Y un huevo! No es ok, no... esto me está pasando por haber corrido tanto los primeros km y luego esa bajada tan heavy. Pues Jessi, tú sola te lo has buscado, así que tú sola tienes que salir de esta. Intentando no pensar en negativo, estiro un poco, bebo agua, tomo sales, y continúo el camino, que queda mucho. En casi 2 horas llego a Les Contamines... 2 horas para 10km y sin casi desnivel! Me han pasado más de 300 corredores, jejeje, qué crack que soy. Entro al avituallamiento y tras comer algo busco a Kiko, pero no lo veo. Al final una voluntaria me señala fuera, y ahí lo veo, fuera de la carpa que es donde está la zona de asistencia. Cojo algo de caldo y me siento fuera con él. Mientras como y bebo, me da unos masajitos en las piernas que me vienen de lujo. Salgo de allí más animada, y me acompaña él y Luca unos metros hasta que se desvian para ir hacia la furgoneta. 
Ahora viene una subida hasta el siguiente avituallamiento, La Balme, a 8 km y algo más de 500m+. Antes de que la subida se endurezca, pasamos por una zona donde hay un ambientazo y está sonando ACDC, Notre-Dame de la Gorge. Aunque no suelo correr por montaña con música, en esta carrera llevaba el móvil con música preparada en caso de necesidad. Y este iba a ser un buen momento. Sólo me pongo un auricular, me gusta escuchar a la gente y saber qué pasa a mi alrededor. Y esa subida la disfruto, paso tras paso con los bastones y escuchando musiquilla. Poco antes de llegar al avituallamiento me cruzo con una chica vestida de Buff que va caminando bajando, me giro y veo el dorsal de Nuria Picas... no! Jo, qué desilusión! Iba a ganar, una lástima!

Llego a La Balme casi a la 1 de la mañana, llevamos casi 7 horas de carrera, 39 km y 2000m+. Creo que el ritmo que llevo no es malo, me he recuperado bien del pajarón, y parece que de las piernas también. Hablo un rato con unos corredores murcianos y antes de salir de allí, llego Canito, el marido de Yolanda Valiente, que me comenta si vamos juntos un rato. Por mí bien, hablar con alguien siempre se agradece en una carrera tan larga! Continúa la subida hasta el Col du Bonhomme y Refugio Crois du Bonhomme, siguiente punto de control. Es una subida cómoda, aunque se suben 800m en 5km desde la Balme. Me noto fuerte y cojo mi ritmo, alejándome un poco de Canito. Ahora viene una bajada hasta Les Chapieux, casi 1000m negativos en 5km, que los bajo en unos 40 minutos.

Llego a este avituallamiento a las 3 de la mañana, tras 9 horas de carrera. Es casi el km 50, pero me encuentro bastante bien. Está allí Lorena (hija de Yolanda y Canito) esperando que pase su padre. Le pregunto por la "super-abuela" y me dice que va genial. No lo dudaba! Entro en el avituallamiento, cojo algo de comida y relleno los bidones, pero allí dentro no me siento. Está lleno de gente y se está demasiado calentito. Salgo fuera y me siento en un banco a quitarme alguna piedra de la zapatilla y ponerme algo de vaselina, que empiezo a tener alguna rozadura. Estoy en total 15 minutos en ese avituallamiento, no lo he hecho muy lento, la verdad.

Los siguientes km hasta que empezó la subida dura al Col de la Seigne, los recuerdo muy especiales. Realmente eran por asfalto y pista, que de día los habría odiado. Pero de noche, con la luna llena que iluminaba todo, y con música... aquello era idílico. Encima, aparecen en el mp3 canciones que me recuerdan momentos, amigos, mi gente... y sabiendo que están todos ahí detrás animando, carga mucho las pilas. Llevo el frontal apagado durante unos cuantos km, no es necesario porque la luna alumbra bien el camino. ¡Qué afortunada soy de estar aquí!

La subida nos lleva al Col de la Seigne, que este año han modificado el recorrido y nos meten 3km más y unos 300m+, en lugar de bajar hacia el Lac Combal, subimos al Col des Pyramides Calcaires. Total, una subida y bajada por piedras grandes y rocas donde casi que sólo se puede caminar. Llegando arriba empieza a amanecer, qué bueno quitarse el frontal! Me paro a admirar las vistas, esto es precioso




 Empieza una bajada hacia el avituallamiento de Lac Combal, donde llego a las 7 de la mañana. No me paro mucho, cojo algo de comida (descubro una coca dulce rellena de mermelada de manzana que está de muerte!) y continúo la carrera. El paisaje es precioso, hay una capa de niebla sobre el lago rodeado de altas montañas.


Es el único momento en el que me pongo el impermeable, hace un poco de frío y ahora estoy caminando en llano. Al poco empezamos una pequeña subida donde, en fila de 1 y con dificultad para adelantar vamos al ritmo del de delante. Pues nada, aprovecharemos para ver el paisaje,,, y qué paisaje!


Al acabar la subida tenemos enfrente el Monte Bianco, ya desde la parte italiana. Aprovecho para que me hagan una foto, y luego empiezo una bajada disfrutona.


Esta bajada nos lleva primero al punto de control del Col Checrouit (km 78), y después la vertiginosa bajada a Courmayer, donde en 4 km se bajan 800m de desnivel. Me gusta bajar y la disfruto, aunque reconozco que llega algún momento donde digo: que se acabe ya!! Y se acaba, sí. 
Llego a Courmayer, primero pasamos por algunas calles del pueblo, y justo antes del avituallamiento está Kiko esperándome. ¡Buenos días! Qué ganas tenía de verlo, después de toda la noche por ahí perdida.

Entro en el avituallamiento a las 9:34h, tras 15h y media de carrera. Lo primero que hago es cambiarme de ropa y lavarme un poco (lástima no hayan duchas). Cada una como puede, una pierna en el lavabo, con toallitas... hay que ver lo cochinas que llevo las piernas! Ni que hubiera estado corriendo toda la noche, jejeje También me cambio las zapatillas, he llevado hasta ahora las UltraRaptor, pero he dado unas cuantas patadas a las piedras y, pese a estar bien reforzadas delante, como me baila un poquitín el pie dentro (pero mi número es el correcto), en cada bajada me duelen los dedos... me pongo las Saucony Xodus 6, que justo hace una semana Carlos me avisó para que pasara por TrailandClimb a recogerlas. No las he gastado ni 20km, pero como la horma es la misma que las de las 5 espero no tener problemas! 

No acostumbro a desayunar macarrones con tomate, pero la ocasión lo valía! ¡Y me sentaron muy bien! Recargué bidones (ahora ya llevo 1'75 litros de líquido) con agua y energético, y cogí más geles (que me los había fundido casi todos en la pájara del km 25). Además, le dejé a Kiko el frontal Led Lenser, y lo cambié por otro más ligero, puesto que por el día no lo iba a utilizar (pero te obligan a llevar dos frontales en toda la carrera).

Con la mochila cargada y mis pilas también cargadas, salí de Courmayer a las 10:31h despidiéndome de Kiko hasta casi la noche, unos 40km después...